Shabat Vaietzé
En noviembre de 2016, un incendio en la localidad de Beit Meir, en las afueras de Jerusalem, arrasó con grandes áreas forestales, afectando también algunas viviendas en la zona urbana. Su casa y su atelier estaban destruidos hasta los cimientos.
Semanas
después, Yoram Raanan y su esposa Meira decidieron volver a lo que quedaba de
su hogar.
“No
queda nada. Cuarenta años de trabajo —casi 1500 pinturas, fotografías y catálogos
de arte, equipamiento—, toda mi vida profesional se ha ido”, dijo Yoram con una
voz calmada y aceptadora.
“Vi
mi estudio hundirse en el fuego, fui testigo de la destrucción de una vida de
trabajo, pero también reconocí algo más
esa noche. Las hojas ardientes que caían de los árboles, encendieron los lienzos
y pinturas: parecían angelitos, flotando suavemente en el aire de la montaña. Realmente
nunca encontré las palabras para articular cómo
la destrucción y la suavidad celestial, podrían coexistir para mí al mismo
tiempo”.
Tiempo
después, llego el momento para contemplar y reflexionar, de luchar con las
preguntas. “¿Por qué estaba yo aquí? ¿Adónde iba? ¿Y por qué estábamos
nosotros, el pueblo judío, aquí? ¿Cómo habíamos sobrevivido? ¿Y qué significó
para mí?”
Si
pensaba que la vida era un viaje, aquí le estaba proponiendo detenerse para
encontrar no solo su lugar, sino
encontrarse a si mismo.
Y un
día, lo supo: “Duele, pero lo acepto. Gracias a Dios tengo la oportunidad de
comenzar de nuevo”. *
“Y se encontró con El Lugar
(HaMakom)…” (Génesis 28:11) podría leerse
también como “y se encontró con D-s”, ya que HaMakom (“El lugar”) es una de las
formas de la tradición rabínica para referirse a D-s.
(Rab Gustavo Surazski)1
En
los días y meses que siguieron, Yoram y Meira reconstruyeron sus vidas.
El
volvió a pintar. Al principio estaba lleno de tonos oscuros, a veces incluso
negros y cenicientos. Pero al mismo tiempo estaban llenos de oro, un color con
el que nunca antes había experimentado. Era
como si la oscuridad de la pérdida lo hubiera abierto a una verdad más
profunda, a una nueva luz.
El incendio, no solo dejo cenizas y recuerdos, sino también una determinación para volver a comenzar desde un lugar nuevo y desconocido, para redescubrir no solo su pasión, sino también un nuevo sentido a su vida: la incertidumbre fue una invitación a un viaje espiritual, una oportunidad para nuevas formas de ver y comprender la experiencia de la vida ordinaria. **
“…el Eterno está en este lugar, y yo no lo
sabía” (Génesis 28:16) ¿Cuál
es el momento en el que el hombre experimenta la cercanía de D-s? Cuando, sin
ningún tipo de reparos, dice “yo no sé”; cuando es consciente de que no todo lo
sabe, y no pretende la sabiduría y el discernimiento absoluto; cuando reconoce
su ignorancia y su limitación humana. (Basado en Panim Yafot, ad. loc.)2
En la parashá de esta semana, Iaakov tiene una epifanía.
El
Rab Jonathan Sacks explica que los
encuentros espirituales decisivos en la vida suceden en un espacio liminal
(el espacio que no es ni un punto de partida ni un destino),3 en un momento de crisis,
de quiebre.
Allí
en lo profundo, en el dolor, en la perdida…donde cruje lo vulnerable es donde
germina el encuentro, no solo con D-s, sino con nuestra fortaleza y el coraje
suficiente para volver a ponernos de pie y seguir, a pesar de todas las
dificultades.
Vivir es un arte:
Intentar…
Fallar…
Tener miedo…
y
aún así seguir adelante, son las pinceladas que dan forma a esta gran obra de
arte que es la vida.
Quiera
D-s que sepamos tener la inspiración para volver a ver el cuadro completo.
Y
seguir pintando.
Seba Cabrera Koch
8 Kislev 5783 / 2 de Diciembre de 2022
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Fuentes
consultadas:
1 - 2 “Fragmentos de cielo: perlas y
comentarios a los cinco libros de la Torá”. Rab Gustavo Surazski. 1°Ed. 2021
3 - https://www.rabbisacks.org/covenant-conversation/vayetse/
* ** - Basado en reportajes y entrevistas, recopilado de:
II.
https://jewishaction.com/books/reviews/a-book-out-of-the-ashes/
III.
https://www.yoramraanan.com/
IMAGEN: Yoram Raanan Instagram.
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