Un
rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó a uno de sus
hombres para que los cuidara.
Pasado
un tiempo, el instructor comunicó al rey que uno de los halcones ya estaba
perfectamente entrenado, pero al otro no sabía qué le pasaba, pues desde el
primer día estaba posado en una rama y no había forma de que volara, hasta el
punto de que tenían que llevarle su alimento a ese lugar.
El
rey mandó llamar a veterinarios, curanderos y sanadores, pero nadie lograba
hacer volar a aquel pequeño animal. Por la ventana de una de sus habitaciones,
el monarca podía ver que el halcón permanecía inmóvil.
Una
mañana, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. “¿Cómo lo han conseguido?
Traigan al autor de ese milagro”, dijo el rey.
Enseguida
le presentaron a un sencillo campesino.
“¿Tú
hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo lograste?
¿Eres
mago, acaso?”.
Aquel
hombre contestó: “Alteza, lo único que hice fue cortar la rama sobre la que
reposaba. El pájaro no tuvo más remedio que abrir sus alas y empezar a volar…”
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Vivimos
dentro de una zona de comodidad donde nos movemos, creemos que eso es lo único
que existe.
Dentro de esa zona está todo lo que sabemos y todo lo que creemos.
Viven nuestros valores, pero también nuestros miedos y nuestras limitaciones.
En esa zona reina nuestro pasado y modela nuestro presente.
Todo lo conocido, cotidiano y fácil. Nos gusta. Lo queremos asi.
Es nuestra zona de confort que nos hace creer que es el único lugar posible y el único modo de vivir.
Tenemos
sueños, queremos resultados extraordinarios, buscamos oportunidades pero no
siempre estamos dispuestos a correr riesgos, no siempre estamos dispuestos a
transitar caminos difíciles o incómodos.
Nos
conformamos con lo que tenemos y aprendemos a vivir desde la resignación.
Pero hay un momento.
El
quiebre es esa situación, ese punto limite que nos demuestra que hay algo más
al otro lado de lo conocido.
Será un simbronazo que buscaremos evitar, pero que nos permite crecer si estamos dispuestos a correr riesgos y tomar las decisiones más difíciles.
Crecemos cuando aprendemos a caminar en la cuerda floja.
Cuando estamos dispuestos a levantar la vara que mide nuestra potencialidad.
Cuando estamos dispuestos a dejar las excusas y comenzamos a VIVIR ese cambio que queremos para nosotros.
Somos
el halcón.
Nadie
vendrá a rescatarnos, nadie cortará la rama.
Cada
uno es el mago.
Seba
Cabrera Koch
13 de Febrero de 2023
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